La deuda nos aprieta, la deuda nos agarrota y la deuda nos ahoga. Cada día más. Y no me refiero a la deuda personal, que también. Aunque por lo menos la deuda personal es la que nosotros elegimos, más o menos apurados, pero es la que elegimos.
En realidad me refiero ahora a la deuda pública. Esa deuda que limita la capacidad de inversión, que restringe la capacidad de financiación de las administraciones públicas, y esa deuda que hace nuestra economía más débil y más vulnerable.
El gobierno estatal y el autonómico de Galicia se han acostumbrado a gastar más de lo posible. Esto es, además de gastar mal, gastar más. Cuando uno de nosotros nos endeudamos es una decisión que nos va a afectar a nosotros y solamente a nosotros. En cambio, cuando el gobierno gasta más y se endeuda es una decisión que nos afecta a todos. ¿Cuántos miles de euros es la deuda que tenemos ya hoy, por culpa del gobierno, cada uno de nosotros? ¿Cuánto está aumentando esa deuda cada mes que pasa?
El partido conservador británico ha puesto en marcha una campaña «la nariz de papá, los ojos de mamá y la deuda de Gordon Brown«. No necesita ni traducirse para que en España y también en Galicia la entendamos perfectamente. Por desgracia, es lo mismo: es la deuda, es la deuda.
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blog de José Manuel Álvarez-Campana 
Mi teoría ha sido siempre: recuerda que, como político, eres un gestor TEMPORAL. Lástima que a todo el mundo se le olvide. Nuestros cargos llevan implícita una enorme carga de responsabilidad. Y la mayoría se la olvidan en su casa al salir por la mañana. Lo malo: que no lo pagamos nosotros, lo pagan nuestros votantes, los ciudadanos.
«¿La deuda? ¿Eso qué es?» Pregunta un socialista mientras sube los impuestos y promete 400 euros, asusta con que va a venir la derecha a quitar las pensiones y promete un subsidio para cualquier cosa de no te menees…