El verano pasado aproveché un viaje a Muxía para visitar el santuario y ver cómo seguía el arreglo que le hicieron a la famosa piedra de abalar. Aún estaba bien. Y eso que arreglar una piedra no es cosa fácil.
Un trotecillo de golden de casi dos meses…
Varios de ellos, dormitando un día que ha dejado de llover y pueden salir un poco.
Uno de los cachorros de Gualda con apenas cuatro semanas.
Esta es Gualda a finales de noviembre, pocas horas después de tener ocho cachorritos. El color es por la luz roja de la lámpara de infrarrojos que les puse para que estuvieran calentitos. Debió funcionar porque se pusieron formidables, como verás en unos días.
Una tarde dando un paseo por los jardines de la Fundación de Serralves en Oporto http://www.serralves.pt/
Un par de botas, de Van Gogh, una de las representaciones más intensas de la relación entre los objetos más sencillos y la vida cotidiana
blog de José Manuel Álvarez-Campana 